Tuesday, March 29, 2011
Nunca es fácil despedir a un ser amado, aceptar su partida, elevar una plegaria y agradecer a Dios la Vida junto a ese ser amado. A veces lo entiendes en poco tiempo, a veces te lleva un poco más, algunos no se recuperan nunca, sin embargo el recuerdo, las experiencias, las tristezas pero por sobre todas las cosas las alegrías de los momentos vividos junto a ese ser amado prevalecen en el paso inexorable del tiempo. Seguro estoy que Doña Panchita en el lugar que nuestro Padre Dios haya elegido para disfrutar de su Luz, se encontrará con una sonrisa en el rostro ante el deber cumplido, ante la satisfacción de ver a sus hijos, a sus nietos personas de bien, no puede ser de otra manera, por que los hijos somos el reflejo de nuestros padres. A nombre de la familia Ortega Reyes, Pérez Ortega y Pérez Palma, reciban nuestro cariño solidario de siempre, sabedor que aun en la distancia les acompañamos en su sentimiento ante tan irreparable pérdida. Les abrazo con afecto y respeto. Héctor Manuel Pérez Ortega.